Desde hace tiempo se ha puesto de moda la impartición de clases de yoga online de diferentes tipos y a través de distintos canales. Si bien se pierde la experiencia del Estudio físico, y la interacción con el profesor, muchas personas que no tienen tiempo para poder ir, lo han visto como un sustituto a su clase de yoga regular, o como una manera de iniciarse en la disciplina si no tenían las ganas o la energía para ir.  

 

Clases de yoga online

Como consecuencia de COVID-19 la impartición de clases yoga online, se ha multiplicado de manera exponencial. Existen múltiples perfiles en plataformas como Youtube o Instagram dónde muchos profesores (y no profesores) suben o dan sus clases de manera regular.  

Esto se ha hecho de manera altruista por muchas empresas que sienten que su manera de contribuir a una situación tan excepcional de confinamiento, era aportando su experiencia a cuanta más gente mejor.  

Para un alumno que quiere practicar yoga online como alumno, tanta oferta es un reto, pues no sabe quién está dando la clase, si la clase cumplirá sus expectativas, o si podría hacerse daño. 

Muchos de los perfiles que ofrecen estos servicios son grandes profesionales. El yoga es su modo de vida, y han pasado mucho tiempo formándose para ello. Sin embargo, muchos otros no. Se pueden ver perfiles de practicantes de yoga no profesionales ofreciendo sus prácticas “al mundo”.  

 

Clases de yoga por Internet

Una persona experimentada, puede distinguir en un momento si esa persona tiene la formación como profesor o no. No se trata sólo de hacer bien las posturas, se trata de entender cómo impartir una clase, en qué posturas hay que tener cuidado, que hay que tener en cuenta si los alumnos tienen limitaciones etc. Una clase de yoga, además tiene unos tempos, unas pautas, unas cadencias y una respiración que llegas a controlar sólo con formación y experiencia. Y son elementos importantes, porque una clase de yoga no es sólo llegar al final de una postura de cualquier manera, hay un camino, una transición y muchos elementos por los que un profesional ya ha pasado tanto como alumno como siendo profesor. 

A la hora de ofrecer clases de yoga por Internet hay varias maneras de hacerlo. Con plataformas en las que no puedes interactuar con tus alumnos, y otras con las que si. Instagram live por ejemplo es una gran plataforma desde un punto de vista de marketing, a través de un perfil bien trabajado, invirtiendo y con los hashtasgs adecuados, se puede llegar a muchos alumnos en tiempo real.  

Desde el punto de vista de un alumno, la limitación será que sólo pueden ver la clase en el móvil, que no el profesor no te ve, y que además la pantalla en muchas ocasiones se pueden llenar de comentarios de gente que no conoces y que hacen que se puedas perder el control de la clase de yoga en streaming. 

 

Mejores clases de yoga online

Nosotros recomendamos y apostamos por plataformas bi-direccionales, como Zoom, o Skype en las que el profesor te puede ver, te puede parar y corregir en tiempo real. La clase puede verse desde un ordenador con una pantalla mucho más grande haciendo que puedas ver con mucha más nitidez y entendimiento cómo se debe de seguir una clase. Para un profesor es mucho más complejo, exige más trabajo, y estar pendiente de los alumnos mientras practica, pero los beneficios y experiencia son mucho más cercanos a la realidad de una clase en un estudio. Además si lo haces con tus profesores habituales, ya te conocen, saben tu nombre, tus limitaciones, y qué correcciones y sugerencias darte durante la sesión. 

Sea cual sea tu elección, asegúrate de que la clase de yoga online la imparta un profesional de reconocido prestigio. Es tu cuerpo, tu práctica y si vas a dedicarte una hora a entrenar hazlo con todas las garantías que puedas.  Poco a poco irás ganando confianza y constancia.  

Esperamos vernos pronto en la Hot room. Hasta entonces, cuida tu salud y #quedate en casa todo lo que puedas.